¡Somos una fábrica de zombies!

El lavado de cerebro marcha a pasos agigantados y no solamente para los incas que creen en el poseso, también para los que estamos en la oposición, los que a pesar de lo pusilánimes, algo hemos hecho; y los otros, los que se jactan en decir que no están con los comunistas ni están con la democracia, y lo coloco de esta manera, porque esta lucha no es de cuartos ni quintos, esta lucha es de democracia contra comunismo.

Esos irresponsable igualmente están siendo alienados y arrastrados hacia el cataclismo que le espera a Venezuela y no a parte de ella si no a todos los que en ella habitamos, pero su desidia, dejadez e irresponsabilidad les están entregado la república a estos forajidos.

"seremos unos zombies aterrorizados y obedientes." es la absoluta verdad con la corrección de que ya estamos actuando como tal. Por ejemplo: Que zafarranchos se escuchaban al inicio de los cortes eléctricos, exclamaciones soeces, mentadas de madre y cuanta palabra altisonante pudiéramos expresar. Ahora, nos preparamos humildemente, los que vivimos en infiernos como Maracaibo (Por lo inclemente de su calor) sacamos humildemente las sillas para debajo de los árboles, si queremos utilizar un ventilador, compramos la respectiva plantica generadora, etc, y así el resto de la población ya lo toma como algo normal y soportable, han oído desde hace rato a alguien quejarse, ya eso es periódico de ayer.

Los alimentos, que de arrecheras pasábamos cuando íbamos aun auto mercado y no conseguíamos un producto que necesitáramos: que pasa hoy, como nos emocionamos cuando logramos conseguir un kilo de arroz, de azúcar, de harina y de otras cosas, y eso luego de hacer una cola enorme y muchas veces cuando llegamos lo que esperábamos comprar, nos dicen: se terminó, entonces debemos dirigirnos al mercado negro, los bodegueros o los buhoneros, donde debemos pagar hasta el trescientos por ciento de lo que los delincuentes del gobierno lo tienen regulado para engañar un pueblo bolsas que cree en la falsa regulación de los productos de primera necesidad y que no es más que una falacia populista para engañar idiotas.

¡Parece que ya el culto del vudú cumplió su parte, falta solo que los que manejan los hilos afinen y concluyan su proceso! Materia prima les sobra, ¡Cierto!

Luis Varela Luzardo