¡LA DEDICACIÓN AL TRABAJO!
Seguro que nadie se le ocurrirá decir. Deseo ser más eficiente en mi trabajo, le brindo total lealtad a mi empresa, trato de cumplir con mi horario de trabajo, evito solicitar permisos innecesarios, guardo absoluto respeto por mis compañeros y jefes, me satisface colaborar para que aumente la productividad de mi empresa, etc. ¡Aportar algo no, recibir y recibir sí!
Cuando yo trabajaba porque ahora estoy jubilado después de 36 años de servicio, resumía mi dedicación al trabajo de esta forma: “Mi trabajo es más importante para mi que mi familia” ¿Por qué? Porque el fruto de ese trabajo era el que me le proporcionaba felicidad a la familia.
Y que conste que soy de los que dice que el trabajo no le gusta a nadie, por que todo lo que a uno le gusta tiene que pagar para lograrlo e imagínense que por trabajar pagan. Solo los hipócritas dicen que les gusta el trabajo. Si alguien piensa de ese modo lo invito a trabajar sin cobrar.
Lo que si debo destacar es que el trabajo nos proporciona lo necesario para la vida y el lograr disfrutar de lo que deseamos; por consiguiente debemos desempeñarlo sentido de superación para que a medida que nos superamos en lo que hacemos escalamos posiciones en nuestro beneficio y en beneficio de nuestros empleadores.
¡No amemos al trabajo, lo que debemos es darle el valor que se merece y sobre todo hagámoslo con dedicación honestidad y ética!
Luis Varela Luzardo
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