La misma historia desde hace doce años. “Asociaciones de padres se activan contra la “guerrilla” ¡Ahora! Ese cuento se ha venido repitiendo cuando a cada sector le tocan el lado que le duele. Suben la harina o escasea y se quejan los panaderos, mañana se quejan los médicos, después las enfermeras, luego los obreros y empleado de los servicios de salud, los maestros, los petroleros, los choferes, los siderúrgicos. Pero solo reaccionamos cuando no sentimos vulnerados individualmente o en la pequeña parcela donde nos movemos.
Si ese esfuerzo en lugar de hacerlo en forma espasmódica lo fortaleciéramos en un núcleo homogéneo para aparte de defender lo que sentimos vulnerado lo ampliemos para defensa de la patria no solo pudiéramos librarnos de esta pesadilla si no que acabaríamos de una vez por todas con ese dilema de que el próximo año debemos salir nuevamente para la misma reclamación que hoy estamos haciendo.
Los conatos se apagan con poco esfuerzo y no es que se trate de producir un incendio, lo que se trata es de demostrarles que tenemos la suficiente energía para producir el calor suficiente y no chispazos como las bengalas que sirven para jugar pero que causan fuertes quemaduras si rozan el núcleo de su ignición.
Luis Varela Luzardo
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