¡EXPROPIAR, NO ES ATRACAR!

¡EXPROPIAR, NO ES ATRACAR!


No pretendamos ser más papistas que el papa, existen muchas cosas que los gobiernos deben y tienen que tratar de corregir. Las expropiaciones no necesariamente son sinónimo de arrebatotes o asaltos a la propiedad privada tal como lo está haciendo este gobierno forajido, debe existir diálogo y acuerdos entre las partes.

Por ejemplo: existen edificaciones que deben ser demolidas, unas por el peligro que representan dado su estado de deterioro y otros porque los dueños de las mismas no han tenido la voluntad de continuar las obras y estas se encuentran paralizadas desde hace muchos años. ¿Que debe hacer el gobierno inicialmente? Conminar a sus dueños a que tomen una decisión o expropiarlos para uso de utilidad pública.

Lo mismo ocurre con los dueños de terrenos ociosos que muchas veces les parece más fácil mantenerlos como cerdos engordándolos y no les dan ninguna utilidad, en espera de que sus alrededores se urbanicen para lograr mejores precios, ¡Ah! Pero no cancelan los correspondientes impuestos.

Los que poseen grandes extensiones de tierras en sus predios agrícolas y muchas veces tienen produciendo un 20 o un 30% de ellas. Todo esto tiene que ser corregido pero dentro del marco legal existente en la Constitución y las Leyes, ofreciendo incentivos para expandir la producción, pagando oportunamente lo que es expropiado, así actúa un gobierno que respete el estado de derecho. Pero de que hay que hacer correcciones hay que hacerlas sin acercarse al abuso de autoridad y el atropello propio de regímenes totalitarios.

LUÍS VARELA LUZARDO