La bestia está herida de muerte y una bestia herida, representa un grave peligro. Sus zarpazos no causan efecto si no caemos en la trampa que esta nos tiende como es el de acercarnos a su radio de acción. No caigamos en sus propósitos, esperemos con estoicismo la fecha de su fallecimiento. Dejémosle que patalee, mientras más esfuerzo haga, más rápida será su muerte.
Pero estos canallas que hoy atropellan prevalidos del poder deben mirarse en el espejo chileno, los comunistas de Allende no fueron perseguidos por el gobierno de Pinochet en forma gratuita, tenían como éstos muchas deudas pendientes y era lógico que le serían cobradas.
No se trató de venganza, se trató de hacer justicia por todos los desmanes que los ñángaras cometieron, lo que ocurre es que los delitos que estos bastardos cometen ellos lo consideran como algo normal, pero se escandalizan cuando les cobran con la misma moneda.
Cuando les llegue el momento de pagar, los veremos suplicando a los otros bastardos defensores de los derechos humanos (buenos para la defensa de delincuentes) pidiéndoles salven su pellejo.
Pero vayan preparando de nuevo ese culo, porque esta vez se lo vamos a patear de nuevo, de Este a Oeste y de Norte a Sur, a los cubanos y a los traidores nativos que se entregaron como miserables traidores a la patria al sátrapa dictador Fidel Castro.
LUIS VARELA LUZARDO
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